Abstract
La literatura señala que la aparición de los trastornos de la conducta alimentaria es precedida de conductas alimentarias de riesgo, como dieta restrictiva y problemas con la imagen corporal, factores de riesgo frecuentes entre adolescentes del género femenino. Por ello, el propósito de este estudio fue probar la eficacia de una intervención cognitivo-conductual con apoyo nutricional en 30 mujeres jóvenes que mostraban dichas conductas. La duración de la intervención fue de quince sesiones semanales divididas en cuatro fases: psicoeducación, reestructuración cognitiva, resolución de problemas y prevención de recaídas. Se obtuvieron resultados con cambios estadísticamente significativos en las mediciones pre y postintervención y en las de seguimiento a tres y seis meses. Los mismos resultados positivos se encontraron en la esfera cognitivo-conductual: insatisfacción corporal, conducta alimentaria compulsiva, dieta crónica restrictiva, conciencia interoceptiva, miedo a la madurez, ineficacia y autoestima positiva y negativa. Se concluye que la intervención fue eficaz al disminuir las conductas alimentarias de riesgo y reducir asimismo la probabilidad de gestación de trastornos de la conducta alimentaria.