Abstract
La obesidad es un problema mundial de salud, multifactorial, en el que intervienen factores psicológicos, conductuales y emocionales. La intervención con la terapia cognitivo-conductual parece ser una herramienta confiable para su tratamiento, por lo que bajo este enfoque se trabajó con una mujer de 62 años, con obesidad tipo I, durante 28 sesiones de forma semanal en un periodo de nueve meses. Se describen los factores involucrados en el problema y el proceso terapéutico, consistente en psicoeducación, modificación conductual, reestructuración cognitiva, emociones, habilidades sociales y resolución de problemas Los resultados mostraron un establecimiento y mantenimiento del plan alimenticio, horarios adecuados en el ciclo sueño-vigilia, manejo apropiado de las emociones relacionadas con la alimentación, una disminución de la deseabilidad social, mejoría en la percepción de la imagen corporal y aumento de habilidades en la solución de problemas, reflejada en la comunicación familiar y con el grupo social. Por lo anterior, se concluye que la terapia cognitivo-conductual es un enfoque que permite abordar de forma integral los factores asociados a la obesidad.