Resumen
Los pacientes que reciben trasplante de células hematopoyéticas manifiestan distintas respuestas emocionales, adaptativas o no, que dependen del entorno social, familiar y personal y del procedimiento per se. Esta situación resulta aún más compleja en pacientes adolescentes. Es importante contar con una valoración psicológica adecuada que permita determinar la condición emocional de los pacientes sometidos a dicho procedimiento, particularmente en la adolescencia, a través de una evaluación psicológica que incluya una valoración clínica y una batería de pruebas psicológicas. La valoración se realiza mediante una entrevista semiestructurada y la aplicación de las mencionadas pruebas para obtener datos relevantes relacionados con su capacidad intelectual, procesos afectivos y vulnerabilidad al estrés, sistemas de apoyo social (reales y percibidos), familia y funcionamiento familiar, mecanismos de afrontamiento personales y familiares, recursos personológicos, actitud hacia el trasplante, estado afectivo y trastornos en la esfera conativa. A través de estos instrumentos es posible estandarizar la valoración psicológica completa que permita determinar si el paciente se encuentra apto o no para ser sometido al transplante y establecer los lineamientos terapéuticos para el manejo psicológico previo y posterior a dicho procedimiento.